20060429

Y vivieron felices para siempre...

No hay cuento de hadas que no termine en la unión de la hermosa doncella con su príncipe azul. ¿Qué más se puede contar cuando ya se han vencido dragones, brujas, magos, reyes malvados, políticos y toda clase de villanos que se atravesaron en el camino de la dichosa pareja? Es de asumir entonces que la felicidad habitará en el hogar de los protagonistas de la historia por los siglos de los siglos, y que -colorín colorado- ese cuento se habrá terminado. Sin embargo, cuando de la vida real se trata, en este punto no nos encontramos siquiera en la mitad de la película. En la vida real, la Cenicienta y su príncipe bien pudieron haberse separado.

El detalle está en que convivir en pareja no está muy lejos en la escala de dificultad que luchar contra serpientes de dos cabezas, romper hechizos malignos y demás hazañas similares. Cuando estás con alguien que te importa, no siempre estarán ambos de acuerdo sobre qué prefieren hacer, adónde van a ir, qué quieren comer, o sobre alguna opinión particular; por lo que muchas veces tendrás que hacer algo que no quieres para complacer a tu novia, novio, esposa, esposo o arrejunte; y viceversa. Lo peor es que lo harás con gusto; mas, no obstante, esto es algo que uno no está dispuesto a hacer por cualquier persona, sino que tiene que ser por alguien que te resulte especial.

¿Qué tal si a la Bella Durmiente le gustaba salir de rumba todas las noches para compensar tantos años durmiendo, y su conquistador prefería quedarse en casa leyendo libros de caballería? ¿O qué tal si ella era maniática de la limpieza y el orden y le desesperaba que él dejase la tapa del retrete arriba, olvidara tapar la crema dental, tomase el agua directamente de la jarra, y cosas así? ¿Cuánto tiempo habría resistido? Estos son los detalles que la mayoría de las historias de amor olvidan, ignorando que, en la práctica, no basta para ser felices que ella sea una preciosa doncella más blanca que la nieve y él un caballero encantador rubio y de ojos azules (en la versión moderna, sería un actor de Tv o cantante, ya que, al parecer, no hay mayor afrodisíaco que estar con alguien que salga en televisión). De hecho, estos detalles son ignorados no sólo por los que escriben cuentos de hadas, sino también por casi todo el mundo, Jennifer Aniston incluida. Ser la envidia de todos por tu hermosa pareja es tan útil en la vida como poseer títulos de propiedad de parcelas en Saturno.

Sin embargo, aún cuando eres compatible con esa persona, tienen cosas en común, te resulta alguien único, la quieres, la adoras, etc.; sigue siendo algo complicado eso de mantener viva una relación. Hay que luchar contra la rutina, intentar que cada cosa se torne especial, comprenderse mucho mutuamente, mejorar como persona (tarea nada fácil) y realizar todo lo que esté a tu alcance para evitar que la llama se apague. Sólo así es posible que la doncella y el príncipe (así sea un gordito con alopecia quien logró conquistarla), puedan vivir felices para siempre.

Canción para acompañar:

* Goo Goo Dolls - "Here Without You"

Película recomendada de la semana:

* Cualquier cuento de hadas de Disney + Shrek 1 y 2.

-¡Qué disfruten sobrevivir una semana más!

-H.G.

20060402

A mis pocos buenos amigos...

Hay personas que tienen la capacidad de cambiar la percepción que tienes del mundo. Personas que te hacen ver las cosas de un modo diferente, que logran dividir tu vida en un antes y un después de conocerlas, y que te hacen sentir dichoso de haberlas encontrado. Personas que te recuerdan que no estás sólo ante la vida…

En el colegio, pienso que tenía muchos conocidos pero prácticamente ningún amigo. No se trataba de que me cayeran mal o yo a ellos, sino más bien era cuestión de que éramos muy diferentes. No hablo únicamente de diferencias en lo que a gustos se refiere, sino también a diferencias en la forma pensar. Yo podía socializar con ellos algunas veces, y hablar de vez en cuando sobre algún determinado tema, mas nunca jamás hubo empatía. A mí no me entusiasmaba la idea de llamarlos por teléfono y contarles lo bueno que me parecía tal cosa, ni la de escuchar sus opiniones sobre algo en particular o sus problemas. Ni siquiera me interesaban sus temas de conversación.

Mis padres no me comprendían, y pensaban que había algo mal en mí porque muchísimas veces prefería quedarme en mi casa contando las manchas en el techo, que ir a “divertirme” un rato al club un viernes por la noche con mis “amigos”. El hecho de que allá yo iba a estar rodeado de personas, no iba a lograr que yo me sintiera un poco menos sólo. Por supuesto, me habría gustado mucho conocer gente con quien tuviera varias cosas en común, pero con el pasar del tiempo me fui acostumbrando a la idea de que esa gente no existía.

Resulta ser, que esas personas sí existen. No abundan por la calle ni son fáciles de reconocer, mas tuve la suerte de poder toparme con varias de ellas, especialmente en la universidad. Es increíble lo bien que se siente cuando estás pensando en algo y un amigo lo dice antes que tú y exactamente de la misma forma que lo hubieses hecho. O cuando no tienes que decir palabras para hacerles saber que algo te gusta o te molesta. Saber que les puedes confiar un problema y tener la seguridad de que vas a recibir un buen consejo. Compartir con emoción una afición o un interés. En fin, todo es mucho mejor cuando se cuenta con verdaderos amigos. Por algo dicen que la pareja ideal es aquella que primero que nada, es tu amiga.

A mis pocos buenos amigos –ellas y ellos saben quienes son-, quisiera en esta ocasión darles las gracias por ser quienes son y por estar allí… siempre.


Canción para acompañar:

* Radford - "Stay with me"


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** Para detener la música de fondo del blog, hacer click donde dice "Silent Movie" en el encabezado.

Película no recomendada de la semana:

* "Emperor´s Club" (2005) [7.5/10]. Director: Michael Hoffman. Cast: Kevin Kline, Emile Hirsch.

-¡Qué disfruten sobrevivir una semana más!

-H.G.