20061019

Películas para ver

Una de mis pasiones es el cine. Para mí, pocas cosas pueden hacerme pasar un mejor rato que ver una película. ¿Por qué me gusta tanto? Pues yo pienso que es porque durante las dos horas aproximadas que dura una pieza cinematográfica, yo me sumerjo en ese mundo ficticio y me olvido por un momento de la realidad que me rodea. Mis problemas pasan a ser aquellos que viven los protagonistas de las historias que veo, por lo que al final de las mismas, casi siempre sucede una de dos cosas: ó salgo del cine añorando el mundo mágico que minutos antes estaba observando, ó doy gracias a Dios porque todo era mentira y por no padecer en la vida real de los mismos problemas que los personajes de las películas. El secreto para disfrutar de una obra del séptimo arte, yo diría que es contar con una buena dosis de imaginación.

Por esta razón, me gusta ver todo tipo de películas (excepto las de horror), tanto
blockbusters como independientes, tanto americanas como de otras latitudes (aunque debo admitir que no soy muy fanático de las españolas ni venezolanas), de alto o bajo presupuesto; no importa, porque a la final, (casi) todas cumplen con el objetivo de entretenerme por un rato y de ejercitar a mi imaginación. De todas maneras, obviamente tengo mis predilectas. Son aquellas obras del celuloide que están bien hechas, cuentan con buenas actuaciones y, sobretodo, con un guión inteligente que te hace pensar. Son las películas que, una vez que terminan, pasas horas y horas reproduciéndolas en tu mente y repasando todos los detalles que contenían. Ejemplos de estas obras maestras son: Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, 21 Gramos, Amélie, El Club de la Pelea (en su momento, su desenlace fue muy original), Perfume de mujer, La vida es bella, Los Coristas, Finding Neverland, Big Fish, Crash, Leones de segunda mano, Gracias por fumar, The Matrix I, y varias más.

A diferencia del año pasado cuando hice un
listado de las películas que estaban próximas a estrenarse y que llamaban mi atención, esta vez trataré de ser más selectivo e incluir sólamente aquellas que, en mi opinión, pudieran ser especiales. Sin embargo, esto es como una lotería: no todas van a ser tan buenas como prometen, aunque espero que sean pocas las decepciones. Del listado del año pasado, cabe destacar que aún no se han estrenado (salvo en algunos festivales) "the science of sleep", "Babel", y "Los tres entierros de Melquíades Estrada", y a pesar de que las tres me parecen interesantes, no las voy a incluir de nuevo este año.




- The Illusionist: Director: Neil Burger. Protagonistas: Edward Norton, Paul Giamatti y Jessica Biel. Edward Norton (Fight Club, American History X) es uno de los mejores actores de la actualidad, aunque últimamente ha cometido algunos errores en la elección de los trabajos que realiza. Sin embargo, El Ilusionista promete ser su reinvindicación. Aquí interpreta a Eisenhower, un gran mago en la Vienna de 1900 y que usa su habilidad para conquistar a una mujer muy por encima de su estrato social y que es pretendida por el Príncipe de la Corona, quien querrá destruir al ilusionista. Norton y Giamatti podrían hacer la diferencia entre una obra mediocre y una especial.




- The Prestige: Director: Chris Nolan. Protagonistas: Hugh Jackman, Christian Bale, Sir Michael Caine, Scarlett Johansson (¿cómo hace para salir en todas las películas?). Dirigida por uno de los más respetados directores de la actualidad (Batman Begins, Memento), esta obra trata sobre dos magos londinenses de principios del siglo XX que sostienen una rivalidad por ver cuál de ellos es el mejor. Cuando uno de los magos (Bale), realiza un acto grandioso, el otro intenta por todos los medios de averiguar cuál fue el truco, pero a medida que avanza con su obsesiva investigación, crece la posiblidad de que no haya truco alguno, sino que el acto haya sido magia pura. Lamentablemente, esta película será estrenada después de "El Ilusionista" y, debido a que las historias tienen muchísimo en común, esto puede jugar en contra de "El Prestigio". Sin embargo, yo apostaría a que la obra de Nolan es la mejor entre las dos.



- Running with Scissors: Director: Ryan Murphy. Protagonistas: Joseph Cross (???), Alec Baldwin, Annette Bening, Brian Cox, Gwyneth Paltrow, Evan Rachel Wood. Esta historia huele mucho a "The Royals Tenenbaums, lo que es una buena señal. Trata sobre un chico (Cross) cuya familia es pudiente, pero disfuncional: su padre es alcohólico y su madre es algo inestable. Por esta razón, se va a pasar los años de su adolescencia a la casa del terapeuta de su madre, para terminar descubriendo que esta familia es igual o aún más disfuncional que la suya propia. Está basada en la autobiografía del protagonista.




- Stranger than Fiction: Director: Marc Foster (Finding Neverland). Protagonistas: Dustin Hoffman, Will Ferrell, Maggie Gyllenhaal, Emma Thompson. Si existe una trama curiosa, es esta. Will Ferrell es un hombre común y corriente que trabaja para el IRS (servicio recolector de impuestos de USA) y que de repente comienza a escuchar una voz que narra absolutamente todo lo que hace o piensa. Cuando se asegura de que no se está volviendo loco, se preocupa por investigar qué es lo que está sucediendo realmente. Cualquiera se volvería loco de esta manera....




- Little Miss Sunshine: Director: Jonathan Dayton, Valerie Faris. Protagonistas: Abigail Breslin, Steve Carrell (Virgen a los 40), Greg Kinnear, Toni Collette (In Her Shoes). Aunque hace rato que se estrenó en Norteamérica, aún no ha llegado a estas latitudes. La pequeña Olive (Breslin) sueña con ser coronada en el concurso "Little Miss Sunshine" y su familia quiere ayudarla a hacer su sueño realidad. el problema está en que cada uno de los integrantes de esta familia es tan peculiar y extravagante, que es casi imposible que pasen un día entero sin que suceda ningún desastre a su alrededor. Por ello, la travesía de atravesar en automóvil los Estados Unidos para llegar hasta California -sede del concurso- debe ser, como mínimo, algo interesante. Esta película ha sido aclamada por la crítica.




- The Departed: Director: Martin Scorsese. Protagonistas: Leonardo DiCaprio, Matt Damon, Jack Nicholson. No soy muy fanático de Scorsese y no me gustó para nada "El Aviador", pero le voy a dar una oportunidad más con esta película. Como siempre, ya se habla de que ahora sí le van a dar el Oscar, y, como cosa rara, esta pieza también trata sobre gangsters. La historia se centra en dos hombres de lados distintos de la ley que se infiltran tanto en la policía como en la mafia irlandesa, lo que desatará, me da la impresión, algo de violencia. Según dicen, las actuaciones son geniales y la forma de contar la historia es brillante. Al parecer, no es lineal.





- Zodiac: Director: David Fincher. Protagonistas: Jake Gyllenhaal, Mark Ruffalo, Robert Downey Jr. Uno de mis directores favoritos, David Fincher (7even, Fight club), no había dirigido ninguna película desde "Panic Room" (2002), y ahora regresa con un thriller que es algo así como "El Silencio de los Inocentes", pero basado en un personaje real. Zodiac fue un asesino en serie que aterrorizó a San Francisco en los 60 y 70, y que tentaba a la policía con cartas y enigmas, los cuales debieron ser muy buenos porque aún hoy en día se desconoce la verdadera identidad de este psicópata. Nunca fue descubierto.


Otras películas que prometen pero que están muy crudas aún son: Simpsons The Movie, "Life of Pi" de Jean-Pierre Jeunet, "Be Kind Rewind" de Michel Gondry (el director de Eternal Sunshine) y "Synecdoche, New York", el debut como director de Charlie Kauffman.


Si tienen información sobre alguna otra película que prometa ser interesante, no duden en visitar el área de comentarios.

-¡Qué disfruten sobrevivir una semana más!

-H.G.

20061013

Frágil...

Es increíble como puede cambiar algo tan drásticamente en cuestión de días, sobretodo si se trata de relaciones humanas. ¡Qué frágiles son! Una mala decisión tomada en un momento dado, o una elección errónea de palabras, o cualquier cosa que en el momento no parezca nada trascendental, puede acabar de pronto con algo que en algún momento pareció invencible, pero que luego resultó ser lo más vulnerable de todo.

Inclusive las relaciones de adultos, aquellas que se suponen más maduras y resistentes, son frágiles. No sé si dependa de las personas involucradas o no, pero lo son, y en estos casos, es mucho peor, porque uno pone más esperanzas y anhelos en juego. ¿Dónde coloca uno los recuerdos? ¿Cómo se hace para no evocar días mejores en los que los sueños brillaban con más fuerza?

Lo más triste es cuando todo acaba y uno ni siquiera recibe la oportunidad de explicarse, de enteder la situación, ni de saber qué está ocurriendo exactamente. Ser tratado como si uno fuera una escoria humana y ni siquiera saber qué crimen tan grave se cometió. Es una pena todo, y lo peor es que uno no sabe si será posible superarlo todo sin que quede el temor de correr el mismo riesgo de nuevo.

Lo bueno es que todo pasa por una razón, y por más que duela al principio, realmente creo que fue para mejor.


Canción para acompañar

Five for Fighting - "Dying"

I'm Dying,
Dying to wake up without you,
without you in my head again
I'm Dying,
Dying to forget about you,
that you ever lived this

A shade come over this heart
that's coping with laying down to rest
I'm Dying to live without you again

I'm Dying,
Dying to find a distraction,
get you away from me
I'm Dying,
Dying to reach a conclusion,
so that the world can see

It's the same old story of love and glory that
broke before it bent
I'm Dying to live without you again

The first time you left I said goodbye
Now there's not a pray that can survive
Dying,
Dying to die just to come back
so we can meet again
Dying,
Dying to say what I always
always should have said so

It's a strange emotion this
but there's still hope in this
As long as there's a breath
I'm Dying and I can't live without you again

It's a strange emotion this
but there's still hope in this
As long as there's a breath...
I'm Dying and I can't live without you
I'm Dying and I can't live without you again

-¡Qué disfruten sobrevivir una semana más!

-H.G.

20061008

Una última mirada

La luz del sol incidía directamente sobre sus ojos, cegándolo por momentos. Todo estaba muy confuso para él, como si se acabara de despertar de un sueño y estuviese una mitad de él consciente y la otra mitad aún en brazos de Morfeo. Todavía no recordaba con claridad lo sucedido. Intentó limpiarse el sudor de la frente con las manos, pero al verlas notó que las tenía empapadas de sangre. Lentamente, comenzó a recordar.

“¡Cómo que me tengo que ir sola a la fiesta de Alejandra! ¡Si no voy con ustedes, entonces no voy!” gritaba Paola mientras se acercaba a la mesa donde sus padres desayunaban. “¡Entiende que no podemos ir! A tu padre le salió algo urgente en el trabajo que debe atender y yo tengo que ayudarlo también con algunas cosas”, le replicó su madre. “Paola, Alejandra se va a sentir muy mal si no vas a sus 15 años, ¿tú no dices que ella es como tu hermanita menor? Te prometo que el domingo vamos a buscarte y trataré de compensarte por no haber ido”, intervino su papá en un intento por calmar a la rebelde chica. “Es cierto que tengo que ir, pero… ¿Por qué no puede ir mi mamá conmigo? ¿Por qué tengo que irme sola?” preguntó con algo de resignación la adolescente. Su padre, acariciándole el cabello, le respondió: “Porque ella me tiene que ayudar aquí. Pero tranquila hija, ya verás que el viaje te resultará muy corto. Irás viendo una película y los asientos de esos autobuses son bastante cómodos. ¡Antes de que te des cuenta ya habrás llegado!". Luego, haciéndole una mueca con el ojo, agregó: "Y por la fiesta, no te preocupes. Te aseguro que no te haremos falta cuando estés bailando toda la noche con alguna de tus conquistas”.

“La inflación en el mes de abril no será tan alta como la de marzo”, era la noticia más positiva que José Ceballos había encontrado en el diario que leía mientras se encontraba cómodamente sentado en el puesto número 37 de una de las unidades de alguna línea de autobuses ejecutivos. Poco a poco se estaba quedando dormido. No era su costumbre dormir mientras viajaba, pero el aire acondicionado adormecía sus ojos y ese día había sido bastante agotador para él.

Esa mañana, su madre despertó a Paola con la mala noticia de que tenía que irse sin ellos para la fiesta de su prima. Ya el día comenzaba mal para ella. Era uno de esos días en los que no provoca hacer nada, en los que todo te da igual. Lo primero que vio al abrir los ojos fue la tarjeta de invitación a la mencionada celebración que incluía una carta que su prima le había escrito para hacerle saber lo que significaba para ella su presencia en los quince años. Paola sabía que no podía dejar de ir, por lo que -inconscientemente- comenzó a pensar en la ropa que iba a usar durante el viaje. Recordó que su "sweater" preferido estaba sucio y que se iba a ver obligada a utilizar esa sudadera rosada que tanto odiaba por hacerla parecer, según ella, una retrasada. No tenía más remedio.

“Ahora debe llevar esta planilla al Departamento de Recepción. ¿Sabe adónde queda?”, le preguntó una de las nunca muy atentas secretarias que labora en las oficinas de algún ministerio. “¡Claro que sé adonde queda, queda al otro lado de la ciudad! ¿Por qué no pueden poner todo en el mismo edificio? ¿Lo hacen a propósito para que la gente se canse y no haga nada?”, pensó en ese momento el Sr. Ceballos, pero lo que se atrevió a decir fue: “¡Sí, gracias!”. Para colmo, al salir del edificio, una mujer tropezó con él y le derramó un vaso de jugo de fresa en su camisa blanca. “¡Hoy no es mí día! ¡Hoy no es mí día!”, se repetía para sí el sujeto con la camisa manchada.

Rafael intentó levantarse, pero notó que, exceptuando los brazos, no podía mover nada del cuello para abajo. Comenzaba a entender por qué no le dolía nada a pesar de que sabía que estaba herido. “¡Parece que no valía la pena ir para esa fiesta después de todo!” exclamó el joven herido recordando la discusión que previamente había tenido con su madre, en la cual ella le había dicho que no ganaba nada con ir a la fiesta a la que su amigo Jorge le había invitado, que no “valía la pena”. Rafael le había respondido que así fuese a perder el tiempo, valdría la pena ir solamente por el hecho de poder alejarse unos días de ella. El muchacho deseó no haber sido tan cruel con su madre en aquel momento.

La asistente del conductor, una especie de aeromoza pero de autobuses, le ayudó a reclinar su asiento. Junto a ella, se encontraba sentada una señora que, a juicio de Paola, parecía una gallina durmiendo. La joven observó nuevamente al chico de los audífonos que había llamado su atención cuando abordó la unidad. "¿Qué estará escuchando?", se preguntó ella, y luego dedicó su atención a escribir a una velocidad vertiginosa, mensajes de texto a todo el directorio telefónico de su celular.

Por un momento, Rafael se asustó cuando su reproductor de mp3 se activó de repente y empezó a reproducir "¡Help!" de los cuatro de Liverpool. Asombrosamente, el aparato no se había dañado a pesar de los golpes que había recibido durante el accidente. El joven herido trató de recoger los audífonos que habían caído a 10 centímetros de sus pies, pero fue en vano. En ese instante, Rafael comenzó poco a poco a recordar cómo había llegado hasta el sitio donde se encontraba, pero todo era aún muy difuso para él. En la película de su mente, algunas escenas eran fragmentos de segundos en los que rodaba por una pendiente, y otras escenas, eran de él con los ojos cerrados escuchando música en su asiento. Los actos intermedios que conectaban una cosa con la otra se habían borrado de su mente. Por primera vez, le vino a la mente la idea de que iba a morir, pero entonces recordó las palabras que tantas veces le oyó decir a su abuela: “Cuando alguien va a morir, ve a los ángeles del Señor que vienen a buscarle y que lo llenarán de paz”. El chico estaba tranquilo porque, hasta el momento, no había visto a ningún ángel venir a buscarle.

“Falta el sello del Departamento de Finanzas”, le dijeron a José Ceballos cuando llegó al Departamento de Recepción, por lo que tuvo que devolverse al primer edificio para que le sellaran su planilla y, de paso, para tratar de asesinar a la secretaria que no se dio cuenta de que dicho sello faltaba. Cinco horas más de las estimadas tardó el frustrado individuo en hacer todas las diligencias que había planeado hacer ese día, por lo que iba a llegar a su casa más tarde de lo previsto. Le había prometido a su esposa que la iba a llevar a ver una película francesa que iban a dar sólo ese día en un festival de cine, pero no le fue posible cumplir con la promesa.

A medida que pasaba el tiempo, Rafael sentía más y más que su momento final se acercaba. “!Debe ser que no me he portado tan bien como creía y que no van a enviar a ningún ángel a buscarme!”, dijo para sí con ironía el joven. Como pudo, levantó la cabeza para dar una última mirada a su alrededor. Observó hacia la derecha y vio a no poca distancia a un hombre de unos 30 años que yacía en el suelo boca arriba. Rafael pensó que murió cuando algo le atravesó el abdomen, ya que tenía la camisa manchada de sangre a la altura del pecho. Mas, en realidad, la única herida que ese señor tenía y que le había matado, estaba situada detrás de la cabeza y fue ocasionada por el impacto que recibió al chocar contra una roca mientras caía. Definitivamente, ese no había sido su día.

Hacía la izquierda, Rafael contempló a una joven muy bonita tendida en el suelo. La muchacha llevaba puesto un sweater de un color rosado que aturdía, pero que aún así no le impedía verse bella inclusive en la situación en la que se encontraba. Rafael vio pasar ante sus ojos una vida con ella. Vio que bailaban juntos el vals el día de su boda, y vio también que celebraban juntos el cumpleaños de su primer hijo. Vio que hubiese podido pasar felizmente cien años junto a ella, pero que lamentablemente eso ya no iba a poder ser. El muchacho se asustó cuando vio parpadear a la joven, ya que esta tenía tiempo con los ojos abiertos y él ya pensaba que estaba muerta. Intentó gritarle algo pero se le dificultaba mucho hablar. En su interior, sólo deseó que los paramédicos llegaran a tiempo para salvarla, por lo que se sintió tranquilo cuando escuchó a lo lejos una sirena de ambulancia. Sin embargo, el herido sabía que para él ya era muy tarde. Se le estaba acabando la vida cuando aún no había comenzado a vivirla. Con su último aliento, Rafael dijo en su mente: “¡Qué curioso! Las últimas personas que vi antes de morir, fueron dos personas que nunca antes había visto en mi vida”.


-¡Qué disfruten sobrevivir una semana más!

-H.G.