20061118

Cuerdas Flojas

Cada vez que hago una nueva amistad -y en realidad, cada vez que me enfrento a cualquier situación nueva para mí-, me pregunto exactamente lo mismo: ¿hasta cuándo durará? Es una sensación que destesto y que no logro sacudirmela de encima. Es como si siempre estuviera a la espera de ese instante, ese momento, en el que de pronto, todo se acaba. Lo peor es que, la mayoría de las veces, ese instante tarde o temprano llega. Lo único constante en la vida, es que todo cambia.

Sin embargo, me gustaría no estar tan consciente de eso. Pensar, así sea ilusoriamente, que todo puede durar eternamente. Creer en que esos momentos en los que te sientes realmente feliz, se repetirán y se repetirán una y otra vez por los siglos de los siglos. ¿Cómo se hace para evitar ver esa sombra que siempre está al acecho?

A veces se siente como si uno fuera un equilibrista caminando en la cuerda floja, esquivando obstáculos y sorteando dificultades, pero que al primer paso en falso, cae a otra cuerda muy distinta a la anterior. ¡Es tan increíblemente fácil equivocarse y caer! Tan solo hay que sacar la cuenta de cuántas amistades se han desvanecido con el tiempo, y de cuántas cosas han cambiado en el transcurso de nuestras vidas (colegios, universidades, casas, etc.) para darnos cuenta de la gran cantidad de cuerdas a las que hemos estado sujetados y luego perdido.

Mas, no obstante, este mismo hecho nos sirve como prueba de que no importa cuántas veces caigamos, siempre lograremos acostumbrarnos a las nuevas cuerdas, a pesar de que muchas veces este proceso de adaptación se torna difícil. ¿Qué importa si todo cambia? A la final, seguramente estaremos en una mejor posición que antes.

En cuanto a la sensación desagradable que mencioné antes, sunpongo que también a eso uno termina acostumbrándose...


Canción para acompañar:

* Staind - "Everybody Changes"


-¡Qué disfruten sobrevivir una semana más!

-H.G.

20061111

Todo está iluminado

Hay días en los que lo mejor que puedes hacer, es no hacer nada. Bien sea por falta de ánimo, por desgano, por pereza, ó, sencillamente, por comodidad; y en días como estos, ¿qué puede ser mejor que una buena película para ver? Pues casi nada. Sin embargo, conseguir una buena película no siempre es fácil. Muchas veces, nos saturan de recomendaciones sobre filmes muy publicitados que al final generan tanta expectativa que, en la mayoría de los casos, terminan decepcionándonos aún si son buenas; otras tantas, hay tan poca información sobre ciertas obras cinematográficas que optamos por no verlas para evitar sentir luego que desperdiciamos nuestro tiempo y nuestro dinero con ellas. Esto es precisamente lo que quiero evitar que suceda con "Todo está iluminado" (Everything is Illuminated), una excelente película del 2005 de la que se habló poco y se publicitó aún menos -y cuyo poster la verdad no llama nada la atención-.

El problema con esta película es que es muy difícil de comercializar. Prácticamente, no hay manera de contar en pocas palabras de qué trata la misma sin hacer que parezca aburrida. Lo que sucede es que en realidad lo que hace excelente a esta película es, además de la dirección, la peculiaridad de sus personajes y las buenas interpretaciones que de ellos hacen sus actores (Elijah Wood y dos ucranianos que realmente se roban el show). La historia es muy buena, pero se hace interesante es hacia el final de la cinta. Al principio, uno no sabe exactamente qué esperar.

Todo comienza cuando la abuela de Safran, un judío bastante retraído y con una obsesión por coleccionar objetos que pertenecieron a miembros de su familia, está en sus últimos minutos de vida y le obsequia antes de morir a su nieto una foto del abuelo de este junto a una mujer para él desconocida. Investigando sobre Augustine (detrás de la fotografía, estaba escrito que ella se llamaba así), descubre que era una Ucraniana que ayudó a su abuelo a escapar de allí cuando fue invadida por los Nazis, por lo que decide emprender un viaje a Ucrania en búsqueda de esta misteriosa mujer que lo podría ayudar a conocer mejor a su familia y también a expandir su colección personal de objetos. En ese país, contrata los servicios de una empresa familiar dedicada a ayudar a los judíos de Norteamérica a encontrar el paradero de los familiares que dejaron atrás, sólo que los miembros de dicha familia no tenían un muy buen concepto de los judíos (aunque no eran antisemitas).

En su búsqueda (que no parece muy interesante que digamos), a Safran lo asisten Alex, un joven ucraniano con un fanatismo por el breakdance, el hip hop, y los raperos estadounidenses que lo hacen bastante gracioso y que servía como traductor, y Baroch, su abuelo gruñón que creía ser ciego sin realmente serlo, y que, paradójicamente, hacia de conductor durante el recorrido. El choque cultural entre ellos al principio es muy fuerte, pero a medida que van compartiendo tiempo juntos, se van dando cuenta de que en realidad, no son tan distintos el uno del otro. A medida que transcurre la película, va saliendo a relucir una interesantísima historia sobre los efectos que la guerra tuvo sobre muchas personas en Ucrania, y Alex, que al principio pensaba que sólo iba a ayudar a Safran a conocer mejor a sus antepasados, termina más bien conociendo mucho mejor a los suyos.

La dirección es impecable, a pesar de ser la primera película que filma el actor Liev Schreiber (The Manchurian Candidate). La fotografía es excelente y el guión también. Hay muchas cosas en la película que no te las dicen explícitamente, sino que las dejan a interpretación del espectador de una manera bastante sútil. En mi opinión, una de las mejores películas que he visto y un 10/10. Si tienen la oportunidad de verla, por favor háganlo.


++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

Ayer tuve la oportunidad de ver "The Prestige" y la verdad es que no decepcionó para nada. Es muy muy buena, además de inteligente. Chris Nolan se está convirtiendo en uno de esos directores en los que se puede confiar ciegamente y ver todo lo que hace. Muy recomendada.

++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++

Las películas venezolanas no son conocidas precisamente por su calidad (a mí en particular nunca me ha gustado ninguna), por lo que de vez en cuando siempre sale uno que otro filme venezolano con ínfulas de grandeza pretendiendo ser el fin de la sequía cinematrográfica local y un ejemplo a seguir. Este es el caso de la película "Elipsis", y aunque debo decir que realmente no me pareció "buena", puedo decir también que es la primera película venezolana que no me desagrada y que de verdad pienso que ahora sí vamos por buen camino... ó, al menos, por uno mejor que el anterior. Entre sus cosas buenas, están una dirección aceptable, una escenografía muy buena, una historia que se atrevió a no ser lineal a pesar de que aquí piensan que los espectadores somos idiotas y no podemos comprender nada, y un que otra actuación buena. Sin embargo, aún quedan muchas cosas malas: el guión es malo y aún abusa de las groserías para tratar de ser coloquiales (enfermedad que padecen todas las obras venezolanas), la transición entre las escenas era buena, pero a veces se abusaba de los efectos con la cámara, aunque estuvo bien hacer la historia no lineal, no lo supieron hacer del todo bien (en mi opinión, fue bastante predecible aún desde el comienzo todo lo que sucedía al final, excepto lo de quien era en realidad la chica que enamoraba al diseñador), y la actuación del protagonista principal (Edgar Rampirez) no me convenció mucho.

Repito que vamos por buen camino, pero sí queremos llegar a ser realmente buenos, no podemos darnos el lujo de ser conformistas. Estuvo bien el intento, pero aún puede ser mucho mejor.....