20060402

A mis pocos buenos amigos...

Hay personas que tienen la capacidad de cambiar la percepción que tienes del mundo. Personas que te hacen ver las cosas de un modo diferente, que logran dividir tu vida en un antes y un después de conocerlas, y que te hacen sentir dichoso de haberlas encontrado. Personas que te recuerdan que no estás sólo ante la vida…

En el colegio, pienso que tenía muchos conocidos pero prácticamente ningún amigo. No se trataba de que me cayeran mal o yo a ellos, sino más bien era cuestión de que éramos muy diferentes. No hablo únicamente de diferencias en lo que a gustos se refiere, sino también a diferencias en la forma pensar. Yo podía socializar con ellos algunas veces, y hablar de vez en cuando sobre algún determinado tema, mas nunca jamás hubo empatía. A mí no me entusiasmaba la idea de llamarlos por teléfono y contarles lo bueno que me parecía tal cosa, ni la de escuchar sus opiniones sobre algo en particular o sus problemas. Ni siquiera me interesaban sus temas de conversación.

Mis padres no me comprendían, y pensaban que había algo mal en mí porque muchísimas veces prefería quedarme en mi casa contando las manchas en el techo, que ir a “divertirme” un rato al club un viernes por la noche con mis “amigos”. El hecho de que allá yo iba a estar rodeado de personas, no iba a lograr que yo me sintiera un poco menos sólo. Por supuesto, me habría gustado mucho conocer gente con quien tuviera varias cosas en común, pero con el pasar del tiempo me fui acostumbrando a la idea de que esa gente no existía.

Resulta ser, que esas personas sí existen. No abundan por la calle ni son fáciles de reconocer, mas tuve la suerte de poder toparme con varias de ellas, especialmente en la universidad. Es increíble lo bien que se siente cuando estás pensando en algo y un amigo lo dice antes que tú y exactamente de la misma forma que lo hubieses hecho. O cuando no tienes que decir palabras para hacerles saber que algo te gusta o te molesta. Saber que les puedes confiar un problema y tener la seguridad de que vas a recibir un buen consejo. Compartir con emoción una afición o un interés. En fin, todo es mucho mejor cuando se cuenta con verdaderos amigos. Por algo dicen que la pareja ideal es aquella que primero que nada, es tu amiga.

A mis pocos buenos amigos –ellas y ellos saben quienes son-, quisiera en esta ocasión darles las gracias por ser quienes son y por estar allí… siempre.


Canción para acompañar:

* Radford - "Stay with me"


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** Para detener la música de fondo del blog, hacer click donde dice "Silent Movie" en el encabezado.

Película no recomendada de la semana:

* "Emperor´s Club" (2005) [7.5/10]. Director: Michael Hoffman. Cast: Kevin Kline, Emile Hirsch.

-¡Qué disfruten sobrevivir una semana más!

-H.G.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

no lo c,tienes q decirme si soy tu amigo/a en mensajitos d humo.no c quienes son, y es q son???yo soy???no son???adivina quien soy

Anónimo dijo...

si los amigos rulean aunque sean locos/as como yo.
CAISTEEEEEEEEE!!!!!JaJaJaJa
una pista...mi muñeca esta llorando(8)mi muñeca esta...nadie la hizo llorar(8)

H.G. dijo...

Hmmm Doris? Dale saludos a Nemo de mi parte.

Adriana, tú lo has dicho perfectamente! ;)

Saludos!

CURRUSA dijo...

Los amigos lo son todo! un consuelo en los tiempos difíciles, una carcajada cuando metemos la pata, un apoyo invaluable para las buenas y las malas!

El que no valora los buenos amigos que tiene no valora la vida.

Saludos!!!

Artehaga dijo...

Yo siempre quise ser como esas personas que tenían muchos amigos y que salían a "divertirse con sus amigos", pero después de mucho tiempo descubrí que hay personas de muchos amigos y personas de pocos amigos, yo soy de las últimas, creo que mis amigos los puedo contar con los dedos de la mano, pero tal vez lo triste es que en mi caso, ellos no saben lo mucho que significan para mí.