20100523

Eso de emigrar

Si los perfiles de Facebook fueran un real indicativo del nivel de felicidad de una persona, podríamos concluir entonces que aquellos que viven en el exterior llevan una vida estupenda y digna de envidia. Según mi opinión particular, lo único que se puede concluir de lo antes mencionado es que es muy verídico el refrán que dice: “Dime de que alardeas… y te diré de qué careces”.


Irse a vivir “afuera” tiene sus ventajas (de lo contrario, no tendría sentido hacerlo), pero no es una panacea. A menos que seas un psicópata sin sentimientos o alguien con una muy pésima familia, tu vida en otro país no va a ser ni remotamente tan perfecta como otros la pintan.

Es un trade-off. Un obtener ciertas cosas a cambio de otras. Por ejemplo: obtener cierta estabilidad jurídica y puede que económica, a cambio de estar con tu gente. Porque no es lo mismo contar con uno que otro viejo amigo y muchos recién conocidos, que saber que tu espalda la sostienen tus seres queridos y la mayoría de tus viejos amigos. No es lo mismo llegar a casa y que tus padres, tus hermanos, tu pareja, o incluso tus abuelos te pregunten cómo te fue y traten de consentirte, a llegar a tu hogar y encontrarte con un ‘flatmate’ a quien realmente no le importa mucho cómo te pudo haber ido en el trabajo, así te lo pregunte.


No es igual. Menos aún, fácil. Sin embargo, uno se va acostumbrando. ¿A qué no se acostumbra el ser humano? El problema está en que no todo el mundo quiero hacerlo. Algunas personas sienten que si, por ejemplo, no están en contacto continuo con sus familiares, se mueren… y entonces dejan de disfrutar muchas de las ventajas que ofrece ese nuevo ambiente, por estar muy ocupados mirando hacia atrás permanentemente.


Si ya tienes experiencia viviendo sólo en otra ciudad dentro de tu mismo país, pues es muy probable que logres adaptarte bien en el extranjero. Por otro lado, aquellos que han tenido toda su vida viviendo en su hogar familiar, pues lo tienen un poco más complicado. Es a estas personas a quienes va dirigido esta entrada: aquellos que sienten cada día en sus cabezas al gusanillo de ‘hacer algo’, de explorar oportunidades, de probar nuevas fronteras; pero que realmente no saben lo que es vivir lejos de casa. Por favor, analicen cada detalle detenidamente, piénsenlo muy bien, porque la verdad es que esto de emigrar, no es para todo el mundo.

6 comentarios:

ElenarTe dijo...

Buenas.Yo he emigrado dos veces, un año a EEUU y este año a Paris. Sí pienso que esto de irte fuera no está hecho para todo el mundo, pero creo que no hay nada más satisfactorio que el poder caminar sólo, durante un tiempo. Y con esto no quiero decir que dejes atrás todo aquello que tiene q ver con tu ciudad, tus amigos, tu familia.
"La distancia no nos separa, simplemente nos hace invisibles". Y ahora con las nuevas tecnologías es fácil sentir a los tuyos cerca y que ello te sientan. Y puedo asegurar, q a mi regreso, nuestros abrazos tienen otro sabor, otro color, que el abrazo que das a alguien al que nunca has echado de menos.

=)

H.G. dijo...

Hola Gabriela!

Gracias por opinar.

Por lo general, estoy de acuerdo contigo. Este post está dirigido es a aquellas personas que están pensando en emigrar pero que no saben lo que es estar lejos de casa por más de 8 horas y que son muy apegadas con sus familias. Conozco casos de personas que viven en otros países y que dejan de disfrutar las cosas buenas que se les presentan por esta razón. No es que no extrañes a tu familia, pero debes ser capaz de pasar algunos días sin hablr con ellos sin que por eso sientas que se acaba el mundo.

Y tienes toda la razón en que cuando regresas a tu país, los abrazos tienen otro sabor =)

Patricia Viviana Chiquinquira Ferrer Mavarez dijo...

Hola Horacio, espero que estés bien, con respecto a tu post, creo que es algo distinto vivir en una ciudad distinta dentro de tu país, a la magnitud de vivir en otro país, el cambio de cultura, las creencias, las personas, los lugares, incluso la comida debe costar, a mi parecer lo que mas debe costar es que cuando tengas un problema, no vas a tener la opción de llamar a un hermano, o a un buen amigo, creo que eso es lo que personalmente a mi mas me costaría, pero también creo que el ser humano a todo se acostumbra y es cierta una frase que dice que la distancia no es cuanto kilómetros se separa un ser humano de otro, la distancia es si no se vuelven a encontrar, y en eso si coincido con los dos, no habrá distancia entre tu familia, tus amigos y tú, empezaras en cambio, a valorar un tanto mas los regresos. Cuídate.

H.G. dijo...

Hola Paty! En ningún momento dije que fuera lo mismo vivir en el exterior y vivir en otra ciudad dentro de tu país. Más bien al contrario. Lo que dije fue que si te cuesta mucho vivir en otra ciudad, viendo a tu familia sólo los fines de semana o cada quince días; mucho más te va a costar vivir en el exterior viéndolos máximo un mes por año.

Y claro, el ser humano se acostumbra a todo... pero a unos le cuesta muchísimo más que a otros. Por eso digo... no es para todo el mundo.

Qué estés muy bien!
Saludos

Luis de la Torre dijo...

Gracias por volver, Hego.

Extrañaba tus magníficos cuentos!

Un gran abrazo!

todavia dijo...

Vivir lejos es elegir a que renunciar. La lista y la dureza de las cosas a las que renuncias depende de lo que cada persona haya construido o tenido la fortuna de tener. Es morirse un poco.

De alguna manera andamos muriendonos siempre un poco todos, aun cuando no nos movamos un centimetro de nuestro sitio, siempre renunciando a cosas. Pero lo intempestivo de la migracion es parecida a una muerte violenta, una que ocurre no por edad ni por una enfermedad, sino a una sorpresiva.

Tienes razón, se gana en algunas cosas migrando. Muchas cosas, para decir la verdad, pero algo en el alma se te queda colgado. Y no solo es la familia, es parte de ti.