20060107

Carta abierta para un destinatario indeterminado

A este castillo de naipes al que solemos llamar vida, el más leve soplo de infortunio podría derribarlo en cualquier momento. De la noche a la mañana, todo lo que alguna vez nos pudo parecer perfecto, podría de pronto resultar ser tan frágil como una torre hecha de cristal. Lo peor es que el instante en el que todo se derrumba, es también el instante en el que menos te lo esperas. ¿Es que cómo vas a estar preparado para algo que nunca pensaste que pudiera suceder? Al menos no a ti, para quien todo era incólume e inmaculado. A los demás, podía ser que sí; mas a ti... ¡Jamás! Ahora ves, un poco tarde quizá, que a ti también.

Nunca es fácil cuando un día descubres que no eres ajeno a esta clase de problemas de última página. La clase que según las estadísticas ocurre frecuentemente, pero siempre a otra gente. Jamás imaginaste que lo que considerabas mito urbano llegaría a formar parte un día de tu propia realidad, mas ya no te queda más remedio que asimilarlo. Pasa la página y ocúpate ahora de encontrar una salida para este abismo en el que te hayas de pronto. No te voy a decir que todo estará bien al final, ni que las cosas volverán a ser como antes cuando todo acabe, porque si somos realistas, en este momento es imposible saberlo; pero sí te diré que para bien o para mal, todo acabará.

Tal vez no sea tu culpa que te encuentres en esta situación que, en cierto modo, te afecta es indirectamente, pero las decisiones que tomes ahora pueden influir mucho en que todo termine de buena manera. No te preocupes demasiado porque todo se ha derrumbado, preocúpate, más bien, por encontrar la manera de ayudar a construir, piedra por piedra, un castillo que sea más resistente a todo aquello que nunca esperaste.


-Sinceramente, H.G.

5 comentarios:

Ceci dijo...

Nunca estamos suficientemente preparados para enfrentar lo que siempre creímos que le pasaría a otros. Por suerte los amigos y la familia te ayudan a levantarte y comenzar a construir de nuevo.

H.G. dijo...

Adriana: Hay un libro llamado "Un Mundo Feliz" de Aldous Huxley que trata sobre eso mismo. Definitivamente, es preferible arriesgarse a que nos pase algo malo con tal de poder decir que estamos vivos. Un abrazo!

Ceci: Asi es! Por suerte, siempre hay alguien con quien contar, bien sea un amigo o alguien de tu familia. Cuando nos sucede algo malo, no hay que echarse a morir sino seguir adelante! Un abrazo!

Mariu dijo...

Curioso título. Lo que escribiste es parte del día a día, unos más difíciles que otros, pero cuando logramos superar esas situaciones difíciles, no solo nos sentimos más humanos, sino que nos sentimos más fuertes, con una perspectiva más optimista, porque sabemos que a pesar de los obstáculos podemos lograr nuestros sueños.

DINOBAT dijo...

La vida es un viaje, no es un destino, las cosas pasan, si, pues hay que mantener un equilibrio en el orden superior, hay que aprender a aceptar, a diferenciar entre que podemos cambiar y que no, una vez dado ese paso pues podemos construir un futuro hilando al pasado con el presente...

Patricia Viviana Chiquinquira Ferrer Mavarez dijo...

Sabes a veces ese castillo de naipe es destruido por la misma persona que lo construyó, tal vez por que se canso de ver el mismo castillo siempre, tal vez porque penso que mejor seria destruirlo por si mismo a que viniera algun extraño y lo hiciera, o simplemente quiere saber como seria su vida sin su castillo de naipe. Sabes ya no construyo ningún castillo y menos de piedra eso me aleja de la realidad, está demás decirlo que me encanto el post cuidate